Jimmy Fallon hizo sonar la campana otra vez en su programa Tonight Show, al reunir a varios de los integrantes de la serie de los noventa, Saved by the Bell.
En el reencuentro participaron casi todos los protagonistas, menos Lark Voorhies, quien se “justificó” con la excusa de tener “demasiado trabajo” y Dustin Diamond, por sus inconvenientes legales a causa de apuñalar a un ciudadano en diciembre de 2014, además de que, con toda seguridad, no ha der muy bienvenido, por la publicación de su libro de confidencias donde destapó el lado oscuro del programa.
A pesar de las dos notorias ausencias, el homenaje televisivo fue un hit, un éxito de audiencia, posteriormente viral por las redes sociales. Desde entonces, los fanáticos del show piden el regreso, a las pantallas, del popular sitcom de principios de la última década del siglo XX. Por tal motivo, exponemos 5 razones por las cuales deberían emitir Salvados por la campana de nuevo en horario estelar.
1. El Instituto Bayside
Lo recordamos con cariño. Era un lugar idealizado. Cualquier chico quisiera haber estudiado allí y compartir con los seis personajes del show. Comer una hamburguesa y beber una malteada con ellos en The Max. Bajar por las escaleras, caminar por los pasillos, entrar a los salones, abrir y cerrar sus casilleros, al lado de los jóvenes protagonistas del reparto. En suma, un locación mítica donde se conjugaban los valores del sueño americano de aquella época.
2. El morbo estimulado tras la cancelación de la serie
Los trapos sucios empezaron a ventilarse pronto. Con el tiempo, elevaron el interés de los espectadores por el verdadero trasfondo de la producción. Se editaron best sellers y documentales sensacionalistas sobre el caso. Los mejores amigos se pelearon. Unos cayeron en el foso del ostracismo de Hollywood. Las carreras por separado del grupo se desarrollaron irregularmente. Mario Lópezsigue teniendo cierto éxito como animador de TV en parques temáticos de entretenimiento y de vez en cuando con noticias de farándula infantil. Elizabeth Berkley fracasó en su salto al cine con Showgirls, destrozada por la prensa amarilla. La fantasía de Bayside también albergaba y germinaba sus raíces de pesadilla. Aunque usted no lo crea, conocer los secretos censurados de Salvados por la Campana incrementó su fama al triple.
3. El Dream Team
Elenco perfecto de teenagers (más un adulto imprescindible). Encabezado por Mark-Paul Gosselaar, Tiffani Amber Thiessen, Mario López, Dustin Diamond, Lark Voorhies y Elizabeth Berkley, secundados por el veterano Dennis Haskins. Casting coral, polifónico, diverso y multiétnico. El rompecorazones rubio, el galán latino, la pelirroja, la afrodescendiente, la hermosa chica de ojos claros, el nerd y el ocurrente director de la escuela. 7 fichas claves de nuestro imaginario pop. Extrañamos su genuina química en la televisión.
4. Las clásicas rutinas del conjunto
La sana y divertida rivalidad de Zack con A. C. Slater.
Los propios bailes extraños del musculoso Slater.
Las mismas reflexiones irónicas de Morris, hablando directo a la cámara.
Zack siempre al acecho de Kelly.
Los dilemas románticos de Kapowski.
Los típicos chismes de Lisa, aficionada a la moda, cual fashion victim.
El humor innato y absurdo de las salidas e intervenciones del torpe Screech.
La sabia madurez, el feminismo, la dedicación por el estudio (ayudada por píldoras) y la sensibilidad de Jessie Spano.
El amor plátonico de Screech hacia Lisa.
La incapacidad del Director Richard Belding por encarrilar al travieso de Zack Morris (el dolor de cabeza del director).
Los trucos de Ed Alonzo (Max).
La camaradería, el carisma, la gracia, los chistes, los punch lines, los gagsy los intercambios habituales del grupo.
5. La nostalgia por una era perdida
En retrospectiva, Salvados por la Campana quebró muchos esquemas y moldes en su género. Nos acostumbró a un ritmo endiablado de comedia inteligente, cínica y “autoparódica”. Consciente e inconscientemente, plasmó las tendencias, gustos y expectativas de una generación, abandonada por las grandes networks. Despertó las carcajadas y sonrisas de un target, de una demanda desasistida y subestimada por la oferta. Nos alegró la vida, mientras duró. Esperamos, en consecuencia, por su necesario retorno. La volveríamos a disfrutar de principio a fin.
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